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Miles de gotas vinieron.
El conocimiento de la Guerra civil, el Franquismo y la Transición a la Democracia (1936-1978) está en un estado muy avanzado gracias a la abundante producción historiográfica y a que los archivos cada vez más liberan documentación para la consulta de los investigadores. Asimismo, la digitalización de fuentes y la contribución de diversos actores a la historia y memoria de este periodo extenso de la contemporaneidad están proporcionando una visión amplia de los acontecimientos y personajes1. Las tecnologías informáticas y las características de Internet, con su capacidad para la distribución ilimitada de información, favorecen la difusión de variados temas y autores.
En un contexto de interés por la historia de los últimos 80-90 años y en el marco de la implosión de las tecnologías informáticas en el devenir del investigador, del docente y de la sociedad, un equipo compuesto por profesores de las Universidades Carlos III de Madrid, Complutense, Málaga, Salamanca, Valencia y UNED se propuso desarrollar una investigación cuyo objetivo era analizar la representación del periodo histórico mencionado en el entorno digital. Las disciplinas a las que están adscritos son las vinculadas al ámbito de las humanidades digitales, entre otras la historia contemporánea, la comunicación, la documentación y la informática, especialidades que cubren la amplia gama de retos y oportunidades que ofrece el enfoque interdisciplinar.
Página principal del proyecto HISMEDI
El equipo estaba interesado en averiguar el tipo de acontecimiento histórico difundido en los objetos digitales, su cobertura, la interpretación que ofrecen y, en consecuencia, el conocimiento histórico que generan en una sociedad conformada por nuevos públicos que cada vez participa, colabora y se informa más a través de la Red y el sistema participativo con el que se concibe la Web 2.0. Asimismo, pretendía examinar a qué retos se enfrenta el historiador cuando investiga en el entorno digital –epistemológicos y ontológicos– al igual que las oportunidades que brinda la difusión digital de los hitos históricos fundamentales del siglo XX español. Cada vez son más los recursos culturales y educativos que se producen y distribuyen en soporte digital formando parte de las huellas que la sociedad está dejando en la actualidad. La UNESCO ha considerado que esos vestigios digitales constituyen el patrimonio cultural y la memoria del mundo y como tal ha de ser preservado2. Sin embargo, la desconfianza hacia la investigación con fuentes virtuales es profunda y presenta una gran complejidad con motivo de la existencia de múltiples factores entre los que podríamos destacar: la falta de una formación teórica y metodológica para examinar dichas fuentes, la ausencia de un lugar centralizado donde encontrarlas, su potencial volatilidad o los riesgos de que los contenidos estén manipulados o sean falsos y, en consecuencia, el problema de la fiabilidad.
Las páginas que siguen no son un ensayo científico sino una nota descriptiva de un proyecto de investigación que finalizó con un notable éxito de difusión y de publicación de resultados relevantes. Nuestro objetivo aquí es presentarlo a la comunidad académica para mostrar un ejemplo de un modo posible de hacer investigación en el entorno digital, incluyendo los retos y las oportunidades que se presentaron. Los lectores no encontrarán, por tanto, un artículo académico estructurado como tal, sino la explicación de un prototipo de investigación en humanidades digitales que puede aportar ideas.
Metodología
El carácter exploratorio e interdisciplinar del proyecto que propusimos obliga a utilizar métodos emergentes de la historia digital, especialmente los referidos a técnicas cuantitativas para los materiales digitalizados, el análisis de metadatos y de redes, la búsqueda crítica o la minería de textos3. En el proceso metodológico planteamos construir una base de datos que diera cabida a los objetos digitales encontrados sobre el periodo histórico objeto de nuestro estudio que estuviera en acceso abierto y que sirviera para compartir los hallazgos y difundir los resultados a través de un sistema abierto factible de comprobación por los usuarios.
Para realizar la búsqueda de fuentes digitales se elaboró una taxonomía con los conceptos vinculados a la amplia gama temática que incluye la Guerra Civil, el Franquismo y la Transición a la Democracia, y se aplicó una estrategia con términos específicos y combinados en los sistemas avanzados de búsquedas de Google Search Advanced Duckduckgo, Blog Search Engine y la plataforma audiovisual de Youtube. Igualmente, se utilizaron herramientas para la exploración de las redes sociales Twitter, Facebook e Instagram. Este vocabulario especializado se elaboró con la consulta a tesauros disponibles en archivos y bibliotecas, como el Portal de Archivos Españoles (PARES), listados de encabezamientos de materia y otras técnicas de la documentación.
Un problema encontrado fue la enorme cantidad de hallazgos que proporciona Internet y la necesidad de seleccionar los materiales del denominado “archivo infinito”4. En este sentido se decidió renunciar a la exhaustividad, una opción que debe ser asumida en los proyectos de historia digital5. Con el propósito de asegurar la representatividad se determinó la recogida de aquellos objetos que abordaran temas clave del periodo estudiado, como la represión de los vencidos de la Guerra Civil, el exilio republicano, la legalización del PCE en 1977 o la Constitución española de 1978. Asimismo, se incorporó la intensa actividad virtual del movimiento asociativo memorial para la etapa 1936-1975 al actuar como promotor de la recuperación de los vencidos, silenciados y olvidados del franquismo.
En cualquier caso, se priorizaron los objetos digitales que ofrecieran evidencias confiables, como la existencia de https://, el candado verde en la barra del navegador, la inclusión de datos identificativos de sus autores, la organización de los contenidos siguiendo una estructura, la actualización, la existencia de una página de créditos o el cuidado editorial, entre otros. En cuanto a la credibilidad de los contenidos, se utilizaron técnicas como la comprobación de la fuente de procedencia, la presencia de hipervínculos que enlacen a otros lugares donde se puedan constatar los datos o hechos, o la comparación entre varios sitios virtuales. En definitiva, operaciones frecuentes en la metodología historiográfica, en la que también es necesario proceder a la búsqueda de documentos en los archivos, su selección, la revisión de su fiabilidad y la credibilidad de los contenidos.
La construcción de las bases de datos HISMEDI: una nueva fuente para el conocimiento histórico
Paralelamente al trabajo de localización de fuentes, comenzó la tarea de construcción de un repositorio o base de datos en Open Access, siendo elegido el software de OMEKA, el que mejor se adaptaba a los objetivos propuestos. Este software fue construido y puesto en acceso abierto por el Center of History and New Media Roy Rosenzweig, uno de los pioneros de la Historia Digital6 y ha sido utilizado por múltiples entidades para construir museos virtuales, repositorios o exposiciones virtuales. Entre otros, figura el Portal Europeana, recolector de las colecciones digitales que se están realizando en Europa, así como el proyecto Martin Luther King, de la Universidad de Yale, Online Exhibits de la Universidad de Michigan, o el Museo Virtual de Ecología Humana, de la Asociación para el Estudio de la Ecología Humana de la Universidad Autónoma de Madrid (), por mencionar algunos relevantes.
Pantalla de inicio de OMEKA
Los objetos digitales localizados fueron analizados, registrados, catalogados y compartidos según las pautas del esquema Dublin Core, un modelo de metadatos que permite clasificar la información según unos estándares interoperables que admitan describir recursos. El sistema incluye quince campos básicos que pretenden definir el hallazgo como primer paso para el análisis de la información y la detección de su identidad. Estos campos se refieren al contenido, la propiedad intelectual y la instancia que lo pone en la Web. Por ejemplo, relacionados con los contenidos están los campos del título, las palabras claves, una descripción, la fuente, la relación con otros recursos así como la cobertura espacial y temporal. Entre los incluidos en la propiedad intelectual se encuentran el autor, el editor, la entidad responsable y los colaboradores. Y en cuanto a la instancia, figuran la fecha de creación y puesta a disposición de los usuarios, el formato, el identificador de la url y el idioma. Es muy importante señalar que las url que se incluyen en los metadatos dirigen al sitio original, evitando así incumplir con la normativa de los derechos de autor y facilitando el acceso directo al recurso descrito en los metadatos.
A estos campos básicos añadimos otros específicos para los objetivos del proyecto aplicables a las redes sociales y a la plataforma audiovisual de Youtube, como el número de seguidores y de seguidos, el tipo de grupo para las cuentas de Facebook, el director y productor de los recursos audiovisuales, el servicio o función que desempeñan y finalmente la geolocalización.
Página de Inicio de la base de datos HISMEDI-GUERRA CIVIL Y FRANQUISMO
De este modo se ha configurado una base de datos organizada por elementos –cada objeto digital clasificado– y colecciones, entendiendo por tales la agrupación en los formatos o géneros digitales creados por sus autores. Las colecciones configuradas han sido creadas en torno a páginas web, boletines o Newsletters, blogs, documentales en Youtube y Vimeo, cuentas de Instagram, cuentas de Twitter y grupos de Facebook.
Colecciones de HISMEDI-GUERRA CIVIL Y FRANQUISMO
Cuando ha habido un número suficiente de objetos relacionados con una temática específica, como mujeres, violencia, exilio o lugares de memoria, se han preparado exposiciones virtuales organizadas en secciones. Para el caso, entre otras, de la exposición Lugares de Memoria se han dispuesto las secciones Refugios, lugares y rutas bélicas; Parques memoriales y monumentos; las Fosas: cartografía y enclaves de la muerte; Valle de los Caídos; Espacios carcelarios y Espacios concentracionarios.
Exposiciones virtuales de HISMEDI-TRANSICIÓN A LA DEMOCRACIA
Esta organización que propone OMEKA de Elementos, Colecciones y Exposiciones obedece, por un lado, a una estructura vertical en la que constan los elementos u objetos encontrados y dispuestos según el orden cronológico de su hallazgo; por otro lado, una estructura horizontal concretada en las colecciones de elementos que permite un análisis según el tipo de recurso –página web, blog o red social–; y, por último, una estructura temática materializada en las exposiciones virtuales, creadas por elementos que abordan una materia concreta.
La navegabilidad es fácil e intuitiva e incluye una herramienta de búsqueda, así como un enlace que identifica a los responsables del proyecto y sus resultados. Igualmente, en cada exposición virtual se ofrece un correo electrónico a fin de que los usuarios puedan corregir, añadir, matizar la descripción de cada elemento o contribuir con nuevos que no hayan sido detectados. Esta característica de la interactuación y el conocimiento compartido es importante en los proyectos de humanidades digitales por cuanto que involucra a los interesados y consigue una mayor exactitud en la descripción de los objetos analizados.
Tanto la base de datos HISMEDI-Guerra civil y Franquismo como la de HISMEDI-Transición a la Democracia han sido recolectadas por el Portal Hispana, y, en consecuencia, están redirigidas hacia el Portal Europeana. Asimismo, figuran en los Enlaces de interés sobre Historia de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Además, Hismedi-Guerra civil y Franquismo está recogida en el mapa interactivo Mapping Historical Dialogue del Institute for the Study of Human Rights de la Columbia University. Ambas tienen un enorme potencial didáctico por las oportunidades que ofrecen en los procesos de aprendizaje al incorporar recursos habituales en la vida cotidiana de los estudiantes, como la imagen, el sonido, las redes sociales y la interactividad. Promueven una enseñanza activa, participativa, creativa y también crítica en cuanto que se utilizan distintas vías informativas que pueden servir para comprobar los distintos relatos. Igualmente, su eficacia es evidente en la investigación sobre representaciones del pasado en la actualidad, el movimiento asociativo memorial y cualquier temática vinculada a esta etapa que necesite consultar testimonios orales, fuentes audiovisuales o simplemente acceder a la documentación archivística digitalizada7. Del mismo modo su utilidad es manifiesta para los usuarios interesados en el conocimiento histórico al encontrar en un solo contenedor digital numerosas referencias que contribuyen a comprender los acontecimientos del pasado a través de la organización de los objetos digitales en secciones facilitadoras del aprendizaje.
Una breve mención a los resultados
El equipo ha ofrecido resultados de la investigación en numerosas publicaciones, conferencias, congresos y otros eventos académicos donde se han presentado las conclusiones a las que se ha llegado8. Destacan, entre otras, los monográficos publicados en las revistas Ayer9, Culture & History Digital Journal10 o Historia y Memoria11. Igualmente ha organizado un coloquio internacional denominado Coloquio Internacional Pasados traumáticos. Historia y Memoria colectiva en la Sociedad Digital, y el Congreso Internacional Digital y en directo: Narrativas de la Transición a la Democracia en España.
Dos libros colectivos recogen algunas de las conclusiones obtenidas del análisis de los recursos: sobre el periodo Guerra civil-Franquismo, se publicó el titulado Historia y Memoria en Red. Un nuevo reto para la historiografía12, en el que algunos miembros del equipo –Encarnación Barranquero, Ángeles Egido, Matilde Eiroa, Sergio Gálvez, Pedro Paniagua, Anaclet Pons, Juan Carlos Sánchez Illán y Francisco Sevillano Calero–, expusieron estudios sobre el historiador y el entorno digital, así como los diversos enfoques y herramientas tecnológicas para la historia. En los capítulos se describieron los contenidos de los objetos digitales analizados, pero también las reflexiones en torno a las reticencias, los retos, las limitaciones, las oportunidades, la complejidad de la investigación en Red y su influencia en el conocimiento histórico y memorial que se distribuye por Internet.
Un segundo libro, también colectivo, abordó los estudios desarrollados en torno a la representación de la Transición a la democracia bajo el título La Transición en directo: narrativas digitales de una historia reciente13. En él confluyeron autores del equipo del proyecto –Encarnación Barranquero, Adelina Codina, Ángeles Egido, Matilde Eiroa, César Luena, Raúl Magallón, Mariola Moreno, Juan Carlos Sánchez Illán–, pero también expertos en materias específicas del periodo –Valeria Cavazzino, Mario Pedro Díaz Barrado, Alejandra Ibarra, Raúl López Romo, Manuel Ortiz Heras, Gonzalo Pasamar, Naftalí Paula, Julio Pérez Serrano, José Carlos Rueda Laffond y José Manuel Sánchez Duarte. Estructurado en cuatro grandes apartados los investigadores abordaron aspectos relativos a los archivos virtuales y los relatos transmitidos; las narrativas mediáticas de una época noticiosa por la gran cantidad de novedades políticas, culturales, económicas y sociales que se registraron; los acontecimientos y protagonistas habituales en la Red; y los relatos de otras miradas sobre la Transición menos conocidas.
En líneas generales podemos afirmar que en el entorno digital de la Guerra civil y el Franquismo tiene una gran presencia el discurso de la memoria, el relato de la reivindicación de un pasado no solventado para la sociedad, especialmente para las generaciones herederas de los perdedores del conflicto. Abundan, así, los testimonios orales y audiovisuales, los recursos interactivos, y un amplio abanico de objetos digitales que remiten a las evidencias históricas y memoriales de una etapa dramática. Hay temas, sin embargo, sobre los que es difícil encontrar una presencia mínima, como la economía o las relaciones internacionales. Todavía falta mucho para que los archivos digitalicen una parte sustanciosa de los documentos que custodian, una situación que comparten otras instituciones que conservan fondos de interés para la historia.
En el entorno de la Transición, en cambio, domina el relato de una historia compleja pero exitosa, factible de ser visualizada en las grabaciones audiovisuales de la televisión, en las fuentes hemerográficas y en los discursos de sus protagonistas. Poco a poco, sin embargo, se están incorporando voces que hablan de actores de igual importancia, como el movimiento obrero, las mujeres, los partidos de izquierda y el factor de la violencia, que tantas veces hizo tambalear el proceso hacia el establecimiento definitivo de la democracia.
Conclusiones
Los historiadores se han adaptado al trabajo en el entorno virtual y poco a poco van haciendo uso de los objetos digitales para sus investigaciones. Resulta un proceso lento y complejo por los desafíos que se presentan, como el método aplicable a ese tipo de fuentes, las dudas con respecto a su fiabilidad, la posible volatilidad, la ausencia de contextualización de los materiales que circulan o la gestión de la sobreinformación, teniendo en cuenta que han sido formados para trabajar con la escasez de fuentes. Estos problemas van siendo resueltos, como se comprueba en los diferentes proyectos de grupos y centros de investigación en humanidades digitales14. Algunos, en cambio, no pueden vencer a la intervención autoritaria de las empresas que controlan gran parte de los contenidos de Internet –las denominadas GAFAM: Google, Amazon, Facebook, Apple y Microsoft– y ven cómo sus investigaciones quedan desplazadas por la obsolescencia de la tecnología y los navegadores. Es el caso del proyecto Ferrol Urban History, coordinado por José María Cardesín, que utilizaba aplicaciones retiradas del mercado15.
El procedimiento metodológico de la historia digital y el uso de herramientas tecnológicas animan a los historiadores a la ordenación de los datos en instrumentos donde se pueda registrar, preservar, visualizar y compartir el conocimiento ofrecido en tales datos. Esta ordenación se convierte, en último término, en un nuevo documento, una fuente innovadora a la que acudir para la investigación del pasado, pero también para el análisis de la historia en el presente. Este proceso conduce a que el historiador supere su tarea como investigador y se convierta en un productor de fuentes, un fenómeno que resulta extraño para la profesión, pero habitual en el entorno digital materializado en los conceptos de prosumer –productor y consumidor– y prouser –productor y usuario.
HISMEDI-Guerra civil y franquismo e HISMEDI-Transición a la democracia constituyen una fuente digital nueva. Ambas presentan un relato plural que muestra el modo en que la sociedad activa digital, ya sean instituciones públicas, privadas, colectivos o particulares, está contribuyendo con gran creatividad de evidencias a la representación de la historia reciente de España. Es un relato caracterizado por la inclusión de materiales multimedia que, en la mayor parte de las ocasiones confirma lo ya conocido en las investigaciones realizadas por los historiadores con materiales convencionales, pero en otras ocasiones añade un matiz enriquecido gracias al acercamiento a personajes y acontecimientos donde se pueden observar los sonidos, los colores, las imágenes y expresiones no verbales, una historia que se percibe más cercana a un usuario que es capaz de identificar los lugares, los personajes y los sentimientos que emergen de estas representaciones.
El proyecto detallado en páginas anteriores invita a desarrollar aspectos que van más allá del resultado referido. En primer lugar, como se mencionó al principio, la aplicación de herramientas digitales en el trabajo historiográfico tiene consecuencias sobre el conocimiento que se transmite –la epistemología–, aunque sea una interrogación que no pueda resolverse a corto plazo. Junto a ello, la reflexión que se deriva es sobre la naturaleza de la Historia, cuál es su significado y usos en un entorno abierto en el que los numerosos actores que participan en su construcción pueden no estar formados en la disciplina y buscar públicos amplios, a veces con finalidad comercial o política y no tanto docente o de progreso del saber. En segundo lugar, y relacionado con los escenarios y resultados, se plantea la función del historiador, que añade a sus tareas tradicionales otras nuevas como la de actuar de mediador, de filtro de contenidos o de divulgador de los descubrimientos del pasado. En tercer lugar, la participación de autores no profesionales en proyectos vinculados a la historia digital sugiere que la relación de la sociedad con el pasado es más estrecha, más aún en aquellos en que se recurra a la denominada ciencia ciudadana, en la que los individuos participan, colaboran, comparten y distribuyen información. La experiencia en HISMEDI indica que los pasados controvertidos animan a la participación social más que otras etapas de la Historia, en cuanto que los ciudadanos desean difundir una versión de los hechos con recursos familiares. En este sentido, las humanidades digitales, con las herramientas de geolocalización, big data, minería de datos o de textos, entre otras, permiten obtener una información exhaustiva y objetivada sobre los temas objeto de estudio. Las posibilidades de averiguar aspectos poco visibles con las técnicas convencionales se incrementan y, en consecuencia, facilitan una investigación más rápida y eficaz. En cuarto y último lugar, estas investigaciones se enfrentan a los requisitos que imponen las grandes corporaciones controladoras del universo de Internet, las ya citadas GAFAM. La potencialidad de estos proyectos para usos educativos de carácter comercial o incluso como contenedores de datos factibles de utilizar por empresas para su beneficio son riesgos que hemos de conocer y valorar.
Las reflexiones esbozadas en las páginas anteriores forman parte del debate historiográfico actual y se han expuesto como un conjunto de reflexiones sobre la historia y las tecnologías ineludibles en nuestro tiempo.
Notes
1
Anaclet Pons, “El pasado fue analógico, el futuro es digital. Nuevas formas de escritura histórica”, Ayer, vol. 110, n° 2, 2018, pp. 19-50.
3
Mats Fridlund, Mila Oiva y Petri Paju (coords.), Digital histories: Emergent approaches within the new digital history, Helsinki, Helsinki University Press, 2020. Algunos métodos de investigación en historia digital pueden aprenderse en la página de The Programming Historian, con lecciones en varios idiomas: programminghistorian.org/.
4
Jairo Antonio Melo, “Historia digital: la memoria en el archivo infinito”, Historia Crítica, vol. 43, 2011, pp. 82-103.
5
Anaclet Pons, “La historia maleable. A propósito de Internet”, Hispania. Revista Española de Historia, vol. 66, n° 222, 2006, pp. 109-130. Susan Brown et al., “Published Yet Never Done: The Tension Between Projection and Completion in Digital Humanities Research”, Digital Humanities Quaterly, vol. 3, n° 2, 2003.
6
Dan Cohen, “Introducing Omeka”, Dan Cohen’s digital humanities blog, 2008. Tomás Saorín, “Exposiciones digitales y reutilización. Aplicación del software libre Omeka para la publicación estructurada”, MÉI: Métodos de Información, vol. 2, nº 2, 2011, pp. 29-46. Rubén Alcaraz, “Omeka: exposiciones virtuales y distribución de colecciones digitales”, BID, vol. 28, 2012.
7
Matilde Eiroa, “El pasado en el presente: el conocimiento historiográfico en las fuentes digitales”, Ayer, vol. 110, n° 2, 2018, pp. 83-109.
8
Resultados del proyecto Hismedi-Guerra civil y Franquismo en uc3m.libguides.com/c.php?g=521884&p=3687802. Resultados del proyecto Hismedi-Transición a la democracia en uc3m.libguides.com/c.php?g=674319&p=4796830.
9
Anaclet Pons y Matilde Eiroa, “Historia digital, una apuesta del siglo XXI”, Ayer, vol. 110, n° 2, 2018.
10
Raul Magallón y Matilde Eiroa, “History and memory in digital culture. Methodological innovations and networks of stories”, Culture & History Digital Journal, vol. 7, n° 2, 2018, pp. 1-2.
11
Manuel Álvaro Dueñas y Matilde Eiroa, “Políticas de memoria, memorias de resistencia. La historia en la era de la posverdad”, Historia y Memoria, vol. 21, 2020, pp. 11-17.
12
Matilde Eiroa (coord.), Historia y Memoria en Red. Un nuevo reto para la historiografía, Madrid, Editorial Síntesis, 2018.
13
Matilde Eiroa (coord.), La Transición en directo: narrativas digitales de una historia reciente, Madrid, Editorial Síntesis, 2021.
14
Para el ámbito hispánico, véanse los premios concedidos por la Asociación de Humanidades Digitales Hispánicas, humanidadesdigitaleshispanicas.es/
15
José María Cardesín, “Historia urbana digital: más allá de los Sistemas de Información Geográfica”, en Manuel Ramírez-Sánchez (coord.), Escritura expuesta y poder en España y Portugal durante el Renacimiento: de la edición digital al estudio de la epigrafía humanística, Madrid, Sílex, 2021, p. 171-206. Del mismo autor, “Historia urbana multimedia: entre los Sistemas de Información Históricos (HIS) y la realidad virtual”, Ayer, vol. 110, n° 2, 2018, pp. 141-175.
Bibliographie
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Susan Brown et al., “Published Yet Never Done: The Tension Between Projection and Completion in Digital Humanities Research”, Digital Humanities Quaterly, vol. 3, n° 2, 2003.
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José María Cardesín, “Historia urbana digital: más allá de los Sistemas de Información Geográfica”, en Manuel Ramírez-Sánchez (coord.), Escritura expuesta y poder en España y Portugal durante el Renacimiento: de la edición digital al estudio de la epigrafía humanística, Madrid, Sílex, 2021, pp. 171-206.
Dan Cohen, “Introducing Omeka”, Dan Cohen’s digital humanities blog, 2008 (consultado el 28 de noviembre de 2023).
Matilde Eiroa, “El pasado en el presente: el conocimiento historiográfico en las fuentes digitales”, Ayer, vol. 110, nº 2, 2018, pp. 83-109.
Matilde Eiroa (coord.), Historia y Memoria en Red. Un nuevo reto para la historiografía, Madrid, Editorial Síntesis, 2018.
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Mats Fridlund, Mila Oiva y Petri Paju (coords.), Digital histories: Emergent approaches within the new digital history, Helsinki, Helsinki University Press, 2020. DOI: https://doi.org/10.33134/HUP-5.
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